En el
mapa que les había dado Lucas también estaba la cueva de los misterios.
Cuando llegaron a la cueva de los misterios se encontraron con un oso
se los quería comer. Entonces a Natalia se le ocurrió pedirle a la
pulsera que hiciera desaparecer al oso y en ese preciso instante el oso
desapareció sin hacer ningún ruido.
Entraron
más adentro en la cueva y encontraron el chocolate de Jorge. En ese
momento apareció Lucas para darles la enhorabuena por haber conseguido
el reto. Cogieron todo el chocolate, lo cargaron en la canoa mágica y
volvieron a casa sanos y salvos.
Y colorín, colorado, esta historia ha terminado.
Créditos
Autores de este artículo: Nathaly Menocal, Nayla Cruz y Alejandro Agudelo
Curso: 1º
Centro: CEIP Pintor Sorolla
Localidad: Alquerías del niño perdido
Provincia: Castellón de la Plana
País: ESPAÑA
Tutora: Glòria Rossi Pons
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